Interludio: La guerra de Zapa.
Los científicos de la historia nunca van a dejar de alegarlo, la historia conocida es solo una distorsión borrosa, a lo sumo una mera parodia lógica de lo que realmente sucedió. Se habla de Lázaro como si fuera una especie de santo guerrero, pero la realidad es que los manuscritos que aparentan ser su biografía ni siquiera tienen una lógica realistica. De la misma nacionalidad, hubo un hombre, dos siglos antes, que parece ser una clara inspiración para Lázaro. El nombre de la resistencia, (Libertadores), y el del ejercito reorganizado muy posteriormente en los mediados del siglo 21 (granaderos) llevan la marca del homenaje. También este hombre parece tener un matiz de santo guerrero, ya que se lo conoce con el apelativo de “el santo de la espada”. También conocido como "libertador de América", “libertador del Perú”, entre otros. El hombre llamado José de San Martín ha sido emparentado con la figura de Lázaro equivocadamente por algunos criptohistoriadores. Las semejanzas son muy aparentes, San Martín no luchó en guerrilla sino junto a un ejército. Pero, si debemos reconocer que ambos personajes eran grandes estrategas. Lázaro usaba la táctica “Espíritu de libertad” y San Martín, lo que se conoció como la estrategia de "la guerra de Zapa", el tema que nos ocupa.
La guerra de Zapa, según algunas fuentes, fue parte de la campaña para liberar el sector sur del continente americano. Se supone que ocurrió en algún punto de principio del siglo XIX, las fechas exactas se han perdido. Algunos historiadores, en especial los del simposio de 2986, incluyen la mítica batalla de San Lorenzo en esta campaña.
Lo que se sabe con seguridad es que el general San Martín, uso engaños y distracciones para desorientar al enemigo. Utilizó una red de espías que, para la época y los escasos o nulos recursos tecnológicos, era increíble. De esto, se conoce el nombre de Rosa Campusano, a quien H. Lincoln, historiador del siglo XXVIII, le endilga un romance con el citado prócer. También se conoce como utilizo la ambivalencia de los indígenas, ante los bandos que lidiaban. Sabiendo bien que todo lo que los indios supieran, lo repetirían frente a los realistas. Se puede decir que transformo el veneno en medicina. Y logró enviarles datos falsos al enemigo a través de “su propia fuente viable de información”.
Como el espía llamado Vargas que se hizo pasar por espía realista y no podía contarle la verdad ni a su propia esposa. Estando en la cárcel, Vargas consiguió sacarle información a los reos realistas y pasársela a su general.
Una figura que descolla en esta historia, es la de Álvarez Condarco. Este agente de San Martín fue enviado a Chile a llevar un escrito de la declaración de la independencia, al jefe realista. Como es de suponer, el español lo envió “muy” lejos, como se dice vulgarmente. Pero, ese supuesto trato diplomático era solo una distracción, una tapadera, un disfraz para el verdadero objetivo de la mision. El argentino debía memorizar todo el paso por la cordillera de los Andes, sin usar mas anotador que sus neuronas. No podía escribir ni un nimio apunte, tanto de ida como de vuelta, para no ser descubierto por el enemigo. Y tomando en cuenta que la ida y la vuelta fueron por distinto camino, nos da la pauta de la titánica tarea de memorizarlo todo. Así, posibilito un viaje de reconocimiento por los dos pasos que utilizó el ejército de los Andes.
Como ultima mención, debemos destacar la labor de las damas de la provincia de Mendoza. Las mismas que suplieron de víveres y otros implementos, hicieron con sus propias manos la bandera para el ejército de los Andes.
De esta forma, el general San Martín libró una campaña exitosa, liberando el sur de América.
"Clases de historia de la época preinformatica."
Juan Cold